1.10.08

El andar de Sara Vanégas Coveña


“Al andar”, Sara Vanégas Coveña, Ed. Libresa, Quito, 2004.


El libro comienza con una cita de Marguerite Yourcenar: “Todo momento es el último porque es el único”. Y es cierto, el último momento es el único que se vive, que realmente se está sintiendo por la animación de un vital “andar” y para la consecución de un “camino”, un ideal.

Seis partes dividen el poemario con los subtítulos de “Estancias”. “Te sienta tan bien esa mirada ausente” podría reflejar la predisposición emocional de la autora para hacer cada estancia (vivencia de un instante en un lugar) dulce e inmaterial. Así, sus mayores protagonistas son “pájaros”, “arañas”, “ojos altos”, “enjambre de alas”, “llamas”, “aguas-lunas”, “fantasmas” y “desiertos”, que siempre se manifiestan de una manera especial, con una aptitud-actitud de revelación de sus misterios. El “mar” y sus connotaciones de fertilidad se evoca en las situaciones del “desierto” como espejismo de amor y de magia del fuego, del gemido transido de luz o de esperanza. Las tierras andaluzas, que años atrás visitó (sobre todo Granada), las regala poéticamente en estímulos eufóricos, enduendecidas de albor.

En la “Quinta Estancia” siente sus emociones ya más dilatadas en desconcierto, en cierto extravío o lejanía, quizás sea la soledad que acusa en esos momentos, esa ...”oscuridad que avanza”.

Por último, en la parte final, resume sus instantes “escuchados” a la memoria y con una mirada que advierte un “color desvaído tornarse en formas olvidadas”, un color que desea rescatar en su memoria, a través de las “grietas” que les deparan sus nostalgias hacia un presente vivo. La autora diría, a esa memoria tan fugaz, la siguiente cita (de Manuel Scorza) que ella misma incluye: “Yo soy las alas con que huyes de mí”.


Oswaldo Roses
Poeta español, escritor, crítico y ensayista.
Ha publicado varios poemarios.
Su producción literaria se encuentra dispersa
por varias publicaciones
impresas y electrónicas.