9.10.08

El Louvre y dos escritores cubanos en París
Aduana Vieja

La Canopea del Louvre, es un mano a mano entre los escritores cubanos
establecidos en París Regina Ávila y William Navarrete, sobre las 6
obras maestras de su preferencia atesoradas por el Museo del Louvre.
Durante el invierno 2006-2007 los autores estuvieron unas 60 veces en
el Louvre, escrutando cada obra, cada rincón, perdiéndose en el
laberinto de galerías, para decidir cuáles serían las 6 obras que cada
uno de ellos escogería. Como indican en la Introducción del libro, la
elección correspondería un poco a la disyuntiva fantasiosa de qué obras
salvarían de un barco a punto de naufragar si se les diera la
posibilidad y responsabilidad de escoger entre las miles que se exhiben
en el Museo. Por ello la evocación de la Canopea, por ser ésta el
hábitat superior en un bosque tropical, o sea, el dosel o capa forestal
que sólo se puede ver en su plenitud desde lo alto de una montaña (o un
avión) y en el que pulula una fauna ajena a lo que pasa debajo de las
altas ramas de los árboles. Para ellos, en alguna medida, en la cima
abstracta del Museo (como en la Canopea de ese tupido y enmarañado
bosque que es, a su vez, la cultura europea) las obras escogidas
fueron:

– las de Regina Ávila:

1- Retrato del Condotiero, de Antonello de Messina
2- Figura de guerrero oriental con arco, de Pier Francesco Mola
3- Escena de Carnaval o El minué, de Gian Domenico Tiepolo
4- la Buenaventura, de Caravaggio
5- La encajera, de Vermeer
6- Las bodas de Caná, del Veronés

- las de William Navarrete:

1- Las Sabinas detienen el combate entre romanos y sabinos, de J-L.
David
2- La muerte de Sardanápalo, de Delacroix
3- Retrato de un escultor con estatuilla, de Bronzino
4- La balsa de La Medusa, de Géricault
5- El tramposo del as de oro, de La Tour
6- El prestamista y su mujer, de Quentin Metsys

Son éstas sus 12 obras maestras. Escogidas con absoluta libertad y no
poca dificultad, dado las muchas y muy extraordinarias que se hallan en
el Louvre. A cada obra le contaron una historia. En ocasiones sus
personajes hablan, en otras son los autores quienes hablan desde dentro
del lienzo. Ambos afirman que el invierno 2006-2007, en París, fue para
ellos "la Estación del Louvre". Para ver el más mínimo detalle de obras
de grandes proporciones (como Las bodas de Caná) utilizaron anteojos y
pasaron horas compartieron sus puntos de vista acerca de los cuadros
escogidos por cada uno. Leyeron los textos en la medida en que iba
avanzando la escritura. Los leyeron ante amigos en tertulias
literarias. Llevaron a amigos comunes al Museo para hacerles el
recorrido de la selección. Todo esto, afirman, fue mágico. Mezcla de
arte, literatura, ensueño, invención. Luego el pintor cubano
establecido en París Ramón Alejandro, con su agudeza, afinada cultura y
basándose en su propia experiencia, escribió, un largo texto a manera
de prólogo en que América, o sea, sus criollos, son los que venieron de
regreso a entender siglos de cultura europea de la que, de una forma u
otra, se mantuvieron defasados durante siglos. La portada es obra de la
pintora puertorriqueña Aixa Requena. Con este libro, el editor Fabio
Murrieta inaugura la Colección de Libros de Arte en su Editorial Aduana
Vieja.

La Canopea del Louvre
Autores: Regina Ávila y William Navarrete
Prólogo: Ramón Alejandro "Dos criollos ante la esfinge"
Ed. Aduana Vieja, Valencia, 2008
En español y en francés.