30.10.09

HEIDI



Heidi, este estúpido ejercicio
de apilar los recuerdos uno a uno,
queriendo encontrar un gesto tuyo
en la muchacha delgada que me mira.

La mitad de tu sonrisa
en su enorme sonrisa desmedida,
es como un juego tonto que me obstina.
No se qué voy a hacer con tu recuerdo.

Para acabar quizás con todo este fastidio
me buscaré un maniquí de costurera,
lo vestiré con alguna de tus ropas
y lo echaré a caminar conmigo por la vida.


René Dayre